El sábado pasado hicimos una ruta cumbrera con una bajada muy currada que estoy seguro que tanto a Nano como a Nestor les dejo buen sabor de boca. Tanto que nadie paró a sacar fotos ni nada que nos hiciese parar el gusto de ir enlazando curvitas y "subibajas" barranco tras barranco. ¡Una maravilla!
Eso si, la subida criminal valía la pena con una recompensa así...
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