Nos despertamos con la noticia de que dos de los telecabinas estaban cerrados. Aún nos quedaban otros para hacer nuestras cositas así que primero fuimos al de Mont de Lans. De ahí salen dos bajadas de nivel rojo con varias variantes. Son bastante empinadas y lo más parecido a un tobogán o una pista de bobsleigh que se pueda imaginar. Mucha velocidad y saltos asequibles se mezclan con unos curvones en perfectisimo estado con un agarre magnífico. Aquí parece que hubiera gente pisando y limpiando los caminos por la noche para que al amanecer todo esté perfecto. No hay ni una piedra fuera de sitio.
Luego fuimos ha hacer 3 bajadas hasta Venosc. Esta bajada aplasta. Te despachas 600 metros en 7 minutos. Literalmente tienes que ir tragando saliva para que los oídos compensen el cambio de presión.
Es muy empinada pero se puede bajar con fe pese a lo rizado del terreno. Tiene saltos y mesetas para volar metros y metros, yo me conformo con despegar las ruedas del suelo aunque le voy cogiendo el truquillo y la verdad es que estamos bajando a toda leche pero con soltura. También hay unas pasarelas de madera y un wallride de dimensiones colosales que ponen los pelos de punta. El nivel rojo bien lo merece.
Las gomas de descenso que hemos traído hacen bien su trabajo y no nos podemos quejar de bicis aunque aquí casi todos van con bicis de DH.
Hoy cayeron 2400 metros negativos y seguimos sumando. Han caído también un juego de pastillas traseras y la goma trasera ya da síntomas de castigo Jeje. Yo encantado pues la traje para destrozarla.
Pocas fotos estamos sacando porque estas bajadas son de pura adrenalina y vamos al disfrute aunque alguna tengo.
Les dejo con alguna de hoy esperando que les gusten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario