De vuelta a la tierra.
(sept. 2012/ cima del Petretxema)
Tras unos minutos en el cielo y en paz, toca ponerse los guantes y el casco para volver a la tierra.
Dan mareos de tan sólo agarrar el manillar y tener todo ese "patio" delante pero algo que tiene mucho que ver con la experiencia adquirida con los años te dice que se puede bajar montado, que sabes aislarte de los precipicios que hay a tu lado y que en el fondo estas deseando bajar por ahí. Aún no has soltado el freno y ya lo sientes, sientes lo que esperabas sentir tras toda esa dura subida.
La adrenalina y la tensión del riesgo son sólo el camino para un objetivo...sentirse vivo...
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