El mero hecho de que fuera a bajar Los Alfaques ya me motivó a poner el despertador a las 6:30...
Pi...pi...pi... Me costó pero me levanté de la cama, preparé los bártulos (culote largo incluido) y tomé rumbo a Valsequillo, que era el punto de inicio.
Allí nos encontramos 5 ciclistas sin miedo a los 12 grados puesto que la ruta empieza subiendo Las Haciendas y esas rampas nos harían coger calor de inmediato.
La subida me la tomé con calma, casi siempre con el plato pequeño. Esas rampas invitan a tomárselo con tranquilidad.
Un par de fotos y ya tenemos hecho lo peor. Ya luego, en el punto en el que empieza el camino de Los Alfaques nos dividimos en dos grupos. Unos seguirán subiendo para bajar por el Roque Saucillo y Fernando y yo nos abrigamos porque nuestra bajada comienza ya mismo.
Unas nubes vienen entrando por la cumbre y parece que traen lluvia. Afortunadamente no descargan sobre nosotros y no solo eso, sino que nos regalan un precioso arcoiris.
La bajada fue una auténtica gozada. ¡Ni paramos a hacer fotos y bien que lo merecían!
En un suspiro volvíamos a estar en Valsequillo con bastante calor esta vez. Buscamos un bar para brindar por la ruta y comentar las lindezas de la bajada.
Cortita, pero un rutón.
Desde ahí arriba las vistas de la Bahía de Gando son espectaculares.
Una cervecita cerró la ruta. Los comentamos lo "jugosa" que resultó la bajada final y planeamos otras rutas. ¡Así da gusto!
1 comentario:
estas fotos estan genial y la luz y el dia acompaño,,
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